La evolución de esta modalidad de deporte hacia opciones eléctricas, las denominadas eBIKE, esta siendo más que evidente. Otro aspecto importante es que es un deporte muy exigente, requiere ascensos por encima de los 800 metros de desnivel positivo en cada salida y en plazos de tiempo muy corto, lo cual requiere estar en plena forma y con salir un único día a la semana no es suficiente.
Todo esto se conjuga con otros factores:
- Pereza vs Diversión: Cada día me hago más vago, pero no quiero dejar de disfrutar de este deporte tan bonito, por lo que una eBIKE puede transformarse en esa luz al final de túnel.
- No perder cotas: Quiero seguir disfrutando del Enduro, pero para ello, hay que subir, y subir no mola nada, por lo que una eBIKE puede ser una opción.
Una vez que llego a esta conclusión, lo siguiente es QUÉ y CUANDO. El qué no está claro, aunque hoy por hoy me encanta esta belleza.
¿Que os parece? ¿Estáis en el mismo dilema?